¿Alguna vez te preguntaste por qué puedes parecer más guapo en algunas fotos y más feo en otras, incluso con tu mejor sonrisa, la misma luz o la misma pose? Puede que sí o puede que no, depende de cada uno también. Pero también depende de un efecto tan normal y cotidiano en la vida del fotógrafo como es la distorsión de lente. Hecho éste que puede cambiar perfectamente el resultado visual de una fotografía y hacer que funcione o no.

Y es que la distorsión de lente es de vital importancia cuando realizamos un retrato. La distorsión de lente es la deformación producida por el objetivo cuestión esta que pudisteis ver en los anteriores post de nuestra serie sobre uso práctico de los objetivos por José Baceló. Así la distorsión de perspectiva también se ve afectada por la distancia del sujeto a la cámara. También dependiendo de la longitud focal del objetivo, la imagen se deforma más o menos, afectando a la forma en las caras y los objetos que se ven en las fotos. Normalmente cuando fotografiamos objetos inanimados tiene menos importancia pero cuando el rostro de la persona es protagonista sí la tiene. Y mucha.

 En esta sencilla serie, Eastwood, pasa de un 350 mm a 19 mm, siempre refiriéndonos a formato Full Frame. Las tomas se realizaron siempre de frente a la modelo, ya que si buscamos un punto más alto o más bajo también puede existir deformación. Esto lo saben bien quienes fotografían a esos pequeños diablillos, los niños, y por eso siempre se recomienda ponerse a su altura. Por lo tanto lo adecuado para retratos suele ser utilizar objetivos “normales” o “teleobjetivos cortos y largos”.

Nos contaba José Barceló que el problema para definir el objetivo normal viene influenciado por la opción de incluir o no la visión periférica. Los autores que incluyen la visión periférica cosideran que los objetivos normales son los de 35mm, los que prefieren no incluirla, optan por los 50mm como objetivos normales.

Aún así, lo más habitual es establecer que un objetivo normal es aquel que tiene una distancia focal lo más próxima a la diagonal del formato que se usa. Con sensores o película de formato de 35mm (completo o “full frame”) se consideran objetivos normales los que tienen una distancia focal de 50mm. Además de que estos objetivos ofrecen una visión próxima a la de la vista humana.

Observa que en una focal de 19mm el efecto es bastante obvio, atenuándose ya bastante entre 50mm y 70mm, para tener un aspecto bastante natural entre 100mm y 135mm, a partir de esas focales las diferencias son mucho menores y casi inapreciables. Si después postprocesamos las imágenes, seguramente podremos corregir en parte la distorsión de lente. Pero, en conclusión, si no lo tenías claro ya, quédate con que para retratos mejor usar un objetivo normal o un tele corto/largo. Una focal por encima de 50mm te dará una imagen con un aspecto natural que una sacada a 20mm.

Fuente: Alfonso Domínguez Lavín