Continuando con el especial «Uso práctico de los objetivos», en el que ya hemos visto cómo aprovechar al máximo los objetivos angulares, los normales y los teleobjetivos cortos, vamos a ver hoy cómo podemos sacarle el máximo partido a nuestros teleobjetivos largos.

Si decíamos que permitiéndonos un poco de margen, objetivo corto era aquel cuya distancia focal era o estaba comprendida entre los 70mm y los 200mm, ahora podemos decir que un teleobjetivo largo es el que tiene una distancia focal (o rango de distancias focales en el caso de teleobjetivos zoom) mayor de 200mm.

Al poseer una mayor distancia focal, limitamos todavía más el campo visual, reduciéndose ahora por debajo de los 12º. A mayor distancia focal menor campo visual. Por ejemplo, un teleobjetivo de 300mm tendrá un ángulo de visión de unos 8º y un 500mm de unos 5º.

De nuevo las distancias focales hacen referencia a cámaras de formato de 35mm con película o sensor “full frame” (FF).

 

¿Cómo puedo reconocer una fotografía hecha con un teleobjetivo largo?

by David Yerba

Saber reconocer fotografías hechas con este tipo de objetivos nos ayudará a tener una idea de lo que podemos esperar de nuestro teleobjetivo largo o del que pensamos comprar.

Nos fijaremos de nuevo en los tres puntos habituales que más fácilmente nos ayudan a reconocer una fotografía hecha con estos objetivos.

  • Campo visual: Será todavía menor al de los teleobjetivos cortos. Al ver este tipo de fotografías, tendremos la sensación de que todo el ambiente alrededor de la escena de la fotografía, desaparece. Este tipo de objetivos cierran tanto el campo de visión que generalmente permiten tomar fotografías de primeros planos a largas distancias.
  • Profundidad de campo: Debido a las distancias focales tan largas, la profundidad de campo se ve reducida enormemente. Generalmente sólo aparecerá enfocado el sujeto principal de la fotografía y el resto de la imagen aparecerá como un fondo plano y sin formas reconocibles.
  • Distancia entre planos: En este caso, las distancias se reducen tanto, que un elemento a cinco metros de nosotros parece estar a la misma distancia que, por ejemplo, el sujeto principal que se encuentra a sesenta metros. Además al ofrecer profundidades de campo tan limitadas y aparecer prácticamente todo, salvo la zona de enfoque, desenfocado, se hace muy difícil, por no decir imposible, calcular las distancias entre planos.

Estos efectos van aumentando a medida que se alargan las distancias focales.

 

Pero… ¿En qué tipo de fotos suelen usarse?

by mike828

Generalmente en lo primero que pensamos al hablar de teleobjetivos largos es en esas fotos de fauna salvaje sobre fondos verdes, ocres, azules, etc. totalmente homogéneos que ayudan a aislar perfectamente al animal. Y es que la fotografía de fauna salvaje es un campo fotográfico en el que se usan muchísimo estos objetivos, pero no el único.

En fotografía deportiva también se usan muchísimo este tipo de lentes. La foto de vuestro deportista favorito, con el público en las gradas totalmente desenfocado, el coche de fórmula uno al tomar una curva a cincuenta metros del fotógrafo, el surfista cogiendo una ola a cuarenta o cincuenta metros de la orilla… todas estas fotografías no podrían tomarse sin este tipo de objetivos ya que en muchas ocasiones es imposible que el fotógrafo esté más cerca de lo que está.

La fotografía de prensa requiere muchas veces teleobjetivos largos, quizá no siempre un 500mm pero sí que se utilizan muchas veces objetivos de 200mm o 300mm para poder “acercarse” a ese político del que les han colocado a treinta o cuarenta metros por motivos de seguridad.

En definitiva, siempre que deban tomarse fotografías de primeros planos y se interpongan distancias “insalvables” trataremos de usar un teleobjetivo largo para lograr “acercarnos”.

 

Algunos errores frecuentes al usar un teleobjetivo largo:

Por lo general, al tratarse de objetivos con usos tan específicos y precios trementamente elevados, las personas que adquieren este tipo de lentes tienen amplios conocimientos sobre su uso, aunque en algunas ocasiones siguen cometiéndose algunos errores.

El error más habitual no suele ser el no usar trípode, ya que con el peso de estos objetivos, es más cómodo usarlo. El error viene por usar trípodes inadecuados o usar un buen trípode de forma incorrecta.

Otro error habitual es pensar que por disparar a velocidades altas (1/500 segundos por ejemplo) no es posible que las fotografías salgan trepidadas. Con esos campos visuales tan pequeños, cualquier ligero movimiento, incluso el golpe del espejo de la cámara réflex, pude producir trepidación al usar estos objetivos.

 

Entonces… ¿Cómo puedo sacarle el máximo partido a mi teleobjetivo largo?

by el maüetu

Usa trípode, siempre, y no te conformes con un trípode cualquiera, busca un buen trípode, robusto y pesado, que limite al máximo el movimiento. Las “bolsas de judías” o “bean bags” son una buena alternativa que nos proporcionan incluso una mayor estabilidad que el trípode.

Para teleobjetivos de 200 o 300mm puede ser suficiente sujetar el objetivo al trípode a través de un anillo, pero nunca deberíamos sujetar únicamente la cámara al trípode ya que la propia longitud del objetivo y su peso puede provocar ligeros movimientos que en la foto se verán multiplicados.

Si usamos teleobjetivos aún más largos, lo ideal sería sujetar el objetivo al trípode con un anillo al cabezal del trípode, y además, mediante cabezales especiales, fijar también la cámara al trípode para minimizar así los posibles movimientos.

Algunas personas ponen una mano sobre el objetivo o sobre la cámara para minimizar las vibraciones, pero pienso que no termina de ser una buena opción ya que es fácil que nosotros seamos los que movemos el equipo con nuestra mano.

Creo que la mejor opción es ajustar el encuadre, enfoque, exposición, etc. y una vez listo, bloquear el espejo de la cámara (si nuestra cámara nos lo permite) y el enfoque y sacar nuestras manos de la cámara. Para disparar podemos utilizar un cable disparador o el temporizador de nuestra cámara, aunque el temporizador no nos permite disparar en el momento preciso.

Usa diafragmas abiertos para limitar al máximo la profundidad de campo y conseguir aislar todavía más al sujeto principal.

Debido a la limitación en los movimientos por el tamaño y peso del equipo, lo más aconsejable eselegir bien el sujeto a fotografiar, asegurarnos de que es lo mejor que podemos fotografiar de todo lo que estamos viendo y maximizar los esfuerzos para obtener una buena fotografía del mismo, olvidándonos de lo que ocurre a su alrededor, aún a riesgo de perder alguna buena foto.

Estos teleobjetivos son ideales para pasar desapercibidos, así que pueden ser muy útiles para “robar” fotografías. Eso sí, debéis tener en cuenta que todo el mundo, incluso las personas que no tienen ni idea de fotografía, saben que un objetivo largo sirve para “acercarse” mucho y, así como están las cosas hoy en dia, aunque no debería ser así, podéis encontraros con algún problema por eso.

En días con fuertes vientos, podemos quitar el parasol de nuestro objetivo para reducir la superficie contra la que golpea el viento y minimizar así el movimiento. Eso sí, debemos tener en cuenta que será más fácil que aparezcan en nuestras fotografías halos por luz parásita.

 

¿Existen opciones más económicas?

by José Barceló

Buscando en Google “precio objetivo 500mm” y mirando alguno de los resultados, la mayoría de nosotros nos llevaremos un buen susto, incluso un susto de casi una decena de miles de euros.

Salvo los objetivos zoom con distancias focales que suelen cubrir de 70-300mm y con aperturas de diafragma máximas de f/5.6 (a 300mm) que pueden tener un precio aceptable, prácticamente no existen opciones en el mercado que nos proporcionen una buena luminosidad (apertura máxima al menos a f/4), con una buena calidad óptica con un precio inferior a los mil euros.

De nuevo podemos optar por los multiplicadores de focal para ampliar la distancia focal de nuestro teleobjetivo corto para alcanzar las distancias focales de un teleobjetivo largo.

Por ejemplo, con un objetivo de 200mm y un multiplicador de 1,7x tendríamos el equivalente a un 340mm. Incluso podemos usar los multiplicadores en teleobjetivos largos para ampliar aún más esa distancia focal, por ejemplo un 500mm con un multiplicador de 1,4x se convertiría en nada más y nada menos que un 700mm.

Eso sí, debemos tener en cuenta siempre las indicaciones del fabricante en cuanto a la relación entre nuestra cámara, el multiplicador y el objetivo con el que lo usemos. Como dije en la primera parte de este artículo, podemos perder algunas funcionalidades o luminosidad dependiendo de la combinación que hagamos.

Entonces cobra importancia la compra de nuestro teleobjetivo corto. Aquí entran en juego las cinco preguntas que deberíamos hacernos todos antes de comprar material. Si compramos un teleobjetivo de 200mm con una apertura máxima de f/4.0, al combinarlo con un multiplicador de focal que nos quite un paso de luz, la apertura máxima efectiva pasará a ser f/5.6 y eso puede ser problemático en algunas ocasiones en las que escasee la luz.

Sin embargo si tenemos eso en cuenta antes de comprar el objetivo de 200mm, podríamos optar por uno que, aunque sea un poco más caro, nos permita una apertura máxima de f/2.8 y así quedarnos en f/4.0 al combinarlo con el multiplicador anterior y conseguir algunas buenas fotografías que en el caso anterior podríamos perder.

Otra opción mucho más económica pero muy especial y de la que os hablaremos más adelante, son los objetivos catadióptricos de 500mm y de 1000mm.

 

En resumen

Los teleobjetivos largos llevan a los extremos las características de los teleobjetivos.

 Debido al pequeño campo visual que nos permiten ver estos objetivos, es muy fácil que pequeñas vibraciones aparezcan como grandes movimientos en nuestras fotografías.

Al usar este tipo de objetivos es fundamental usar un buen trípode con un buen cabezal y manejarlo correctamente.

El precio de estos objetivos suele ser realmente elevado, por lo que una buena opción es combinar un teleobjetivo corto con un multiplicador de focal para “acercarse” más a los sujetos que vayamos a fotografiar.

Fuente: José Barceló