ENFOQUE Y DISTANCIA FOCAL

Al mirar por el visor y apretar hasta la mitad el disparador, se verá cómo parpadean distintos puntos de enfoque automático (AF) cuando logran enfocar el objeto encuadrado. Su finalidad consiste en ayudar a conseguir fotos nítidas. Sin embargo, al usar los modos básicos (como Retrato o Paisaje), la mayoría de cámaras seleccionarán automáticamente el punto AF en función de lo que a su juicio se desea enfocar (que por lo general suele ser lo que está más cerca y no siempre coincide con lo que queremos).

Ahora bien, una de las muchas ventajas de las cámaras réflex estriba en la posibilidad de controlar lo que se enfoca para conseguir siempre resultados nítidos, ya que es posible elegir manualmente los puntos AF. Gracias a ello, al hacer por ejemplo un retrato, es posible enfocar la cara de una persona que quede descentrada en el encuadre para mejorar la composición. El número de puntos de enfoque varía mucho según la cámara. La Nikon D40 tiene tres, la Canon 500D nueve, la Nikon D5000 aumenta la cifra a 11 y la Canon 7D a 19.

LONGITUD FOCAL, GRAN ANGULAR Y TELEOBJETIVO

Otra virtud de las cámaras D-SLR sobre las compactas radica en que permiten cambiar de objetivo y con ello abren todo un abanico de distancias focales. Hay objetivos que tienen una longitud focal fija, mientras los objetivos zoom poseen varias distancias focales. Esta longitud se mide en milímetros, y cuanto mayor sea, más se reducirá el ángulo de visión. Un objetivo de 35 mm equivaldrá más o menos a lo que vemos con nuestros ojos, pero los que tienen una longitud focal mayor (de teleobjetivo), producen un efecto de ampliación que acerca los objetos lejanos, y los que poseen una longitud más pequeña (de gran angular), permiten abarcar más contenido en el encuadre. La distancia focal produce asimismo un gran efecto sobre la forma del sujeto (cuanto mayor sea el ángulo, más distorsionada quedará la imagen).

¿CÓMO PUEDO ELEGIR SOBRE QUÉ ENFOCAR?

Para elegir manualmente puntos AF individuales, aprieta el botón de selección de la cámara y mira a través del visor. Utiliza el dial superior o bien los botones para pasar de un punto a otro hasta que coincida con el elemento de la escena que desees enfocar. Pulsa hasta la mitad el disparador para enfocar sobre él y después apriétalo del todo para tomar una exposición.

Los puntos AF se sitúan oportunamente en líneas verticales y horizontales invisibles para facilitar la composición, y pueden emplearse como guías para colocar el sujeto en el encuadre. Ten en cuenta que, si todos los puntos AF se iluminan, estarás todavía en selección automática.