Sesión 13 – 1ª del Método de fotografía de José Benito Ruiz.

LA FOTOGRAFÍA SUBMARINA

El mar es un medio fascinante, lleno de vida, en el que podemos flotar ingrávidos descubriendo detalles inexplorados. Sin embargo, el mar tiene otra cara, para la que debemos estar preparados. Cualquier descuido, prisa o falta de prevención puede pagarse caro. Una goma de las aletas que se rompe, por ejemplo, puede acabar con una inmersión largamente preparada. En este sentido no hay ningún mensaje nuevo para los veteranos y sí para los que quieren empezar o han comenzado hace poco.

El mar también pude ser un medio frío, opresivo, despiadado. Así que no es una buena idea confiarse y bajar la guardia. Pero estas palabras no pretenden desanimar, sino sólo hacer reflexionar. Si somos ya buenos buceadores, con cierta experiencia y buen hacer, entonces podemos dar el siguiente paso y dedicar parte de nuestro ya atareado cerebro a tomar fotos durante una inmersión. Bajo el mar el proceso de toma de una imagen puede resultar bastante más complejo y lento que en la superficie, debido al frecuente uso del flash, a las limitaciones de movilidad y tiempo y también al cuidado de no remover el sustrato.

Iniciarse

Sólo deben comenzar a practicar fotografía submarina los buceadores con cierta experiencia y un buen número de inmersiones realizadas. Adentrarnos en el mar supone rodearnos de un medio embriagador en el que disfrutaremos de sensaciones únicas, como la ingravidez, vernos rodeados de vida abundante, contemplar formas inusuales y colores muy saturados y presenciar muchas posibilidades fotográficas.

Sin embargo, estaremos inmersos también en grandes limitaciones que comienzan con el tiempo, pero que continúan con nuestros movimientos (velocidad y distancia), con la escasa precisión que podemos alcanzar enfundados en un traje de neopreno, cargados de material, en muchos casos con frío y poca visibilidad y un factor de riesgo siempre presente, que puede aparecer en forma de explosión de un latiguillo, de fuertes corrientes y muchas situaciones inesperadas que pueden revestir una mayor o menor gravedad.

No es una buena idea realizar fotografía submarina si no somos buenos buceadores. Bajo el mar el proceso de toma de una imagen puede resultar bastante más complejo y lento que en la superficie, debido al frecuente uso del flash, a las limitaciones ya referidas y también al cuidado para no remover el sustrato. Por tanto requiere de un máximo de concentración y precisión.

Bucear en apnea está al alcance de todos, pero resulta difícil obtener buenos resultados. Para fotografiar con garantías una botella de aire comprimido nos proporcionará la autonomía suficiente para afrontar la búsqueda de un sujeto adecuado para la toma de fotografías y nos permite posicionarnos para trabajar con precisión.

Un club de buceo nos asegura una formación progresiva y un buen conocimiento de la teoría y del equipo. Una vez nos sintamos seguros podemos seguir saliendo en grupo, aunque lo ideal es encontrar un buen compañero de buceo. Mejor si tiene más experiencia que nosotros. Es el momento de elegir el equipo fotográfico.

Como primer acercamiento nos asustaremos con los precios de los equipos profesionales. Nosotros también nos asustamos! Aunque los equipos profesionales proporcionan resultados óptimos y de la mayor calidad, en ocasiones un buen equipo compacto puede tener muy buenas prestaciones a precios imbatibles. Seguramente no tengamos elección y tengamos que invertir en un equipo muy básico.

 

Vídeos

https://www.youtube.com/watch?v=PpYmc6THU34&feature=plcp

 

Material PDF

SESION13_La Fotografía Submarina