Esta entrada, amén de estar ya muy trillada y comentada en toda la red y desde hace ya bastante tiempo, por haber sido, ser y seguir siendo estas dos cámaras, muy parecidas en su conjunto, y adquiridas por miles de aficionados a la fotografía, tiene en este caso un componente para mí especial, y es que son loss dos modelos de cámaras con las que contamos los TRES MOSQUETEROS de DistanciaFocal, es decir, son las cámaras fotográficas que tenemos Carlos, Joaquín y un Servidor.

 

Mis dos Hermanos Mayores cuentan AMBOS con una Nikon D90 cada uno y un servidor, como os he comentado en la entrada de ayer, y desde hace tan sólo unos cuantos días cuento con una Canon 50D.

Por aquello de reírnos un rato de todo y por tener un conocimiento, quizás más real de con qué contamos y con qué nos movemos los TRES, pues he decidido hacer esta entrada, que al igual que el análisis de la 50D, está realizado por el personal de la web (Quesabesde). Espero que os guste, en especial a VOSOTROS DOS  jajajajaja…..

 

Sólo me gustaría aclarar una cuestión antes de que os dispongáis a leer la entrada y es que el artículo cuenta con unos años y es ya antiguo, por lo que precios y ciertas referencias dadas ya no son vigente hoy en día, por lo que tenemos que hacernos a la idea e imaginarnos que no ha pasado el tiempo.

Artículo Completo:

«Nos preguntábamos, tras pasar unos días con la EOS 50D y revisar las primeras muestras obtenidas, si la cámara estaba en cuanto a prestaciones y rendimiento a la altura del segmento semiprofesional o aún se quedaba un paso por debajo. Nada mejor que confrontarla con una cámara como la Nikon D90 -más sencilla y barata- para comprobar si esta hermana pequeña de la D300 es capaz de plantarle cara al último envite de Canon.

Si las comparativas entre dos cuerpos réflex son siempre un asunto espinoso en el que hay que lidiar sirviéndose tanto de criterios objetivos como de argumentos más personales, confrontar modelos de desiguales aspiraciones lo es en mayor medida. ¿Son comparables la Nikon D90 y la Canon EOS 50D?, nos planteábamos al ver ambas cámaras recién desembaladas sobre la mesa.

En teoría, no. Sin ir más lejos, más de 200 euros de diferencia separan los precios de sus respectivos cuerpos.

Canon EOS 50D y Nikon D90 Foto: Joan Piella

Canon EOS 50D y Nikon D90 Foto: Joan Piella

 

Así, la EOS 50D aspira a un segmento medio con visos ya profesionales -su mayor resistencia y contundencia así lo acreditan-, mientras que la D90 parece conformarse con un poco menos (si bien tras prestaciones tan mediáticas como la grabación de vídeo esconde, probablemente, el mismo sensor que la Nikon D300).

Pero nada mejor para salir de dudas que colocarles los objetivos estándares (Canon 17-85 mm f4-5.6 EF-S IS USM y Nikon 16-85 mm f3.5-5.6 DX VR II), dar un paseo fotográfico con ambas y revisar los resultados.

 

PLANTEAMIENTOS DIFERENTES

Si bien entre las manos cada una de las dos cámaras se muestra muy equilibrada, desde el primer momento queda claro que no juegan en la misma liga. No se trata tanto de una cuestión de tamaño y peso -aunque la Canon se impone en ambos aspectos, tampoco la diferencia es abismal- como de contundencia.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

No ha habido ocasión de ponerlas a prueba en condiciones climáticas adversas, pero las primeras sensaciones revelan que la EOS 50D llega relativamente preparada para estas circunstancias, mientras que la D90 se queda un paso por detrás. De estas situaciones ya se ocupa su hermana mayor, la D300.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

Las velocidades de la ráfaga (6 fotogramas por segundo frente a 4,5) y de obturación (1/8000 de segundo frente a 1/4000) corroboran esta percepción inicial.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

Sin embargo, la D90 planta cara con otros argumentos igualmente significativos. Su visor, por ejemplo, vence ligeramente en cuanto a cobertura (96% frente a 95%, concretamente) y según hemos podido comprobar, también en lo que a luminosidad se refiere.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

El sistema de enfoque requiere a su vez una rápida prueba, porque la cifra de ambos modelos (autofoco de 11 puntos) parece reclamar un empate. En este caso, la EOS 50D se muestra algo más ágil a la hora de reaccionar o de dar con un punto de foco cuando las condiciones de luz son realmente malas.

 

12 MEGAPÍXELES FRENTE  A  15 MEGAPÍXELES

La desigualdad de la confrontación se reproduce al poner cara a cara los 15 megapíxeles estrenados por el sensor de esta nueva EOS y el seguramente conocido CMOS de 12 megapíxeles integrado por la D90.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Joan Piella

El primero no sólo aporta más resolución, sino que también obedece a un diseño más nuevo -suponiendo que la D90 utilice el mismo captor que la D300-, es más rápido y está además ayudado por un nuevo procesador.

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Todo parece indicar que debería imponerse, pero a la vista de las imágenes comparativas, algo no cuadra del todo. Dos son las conclusiones que cabe extraer tras observar con lupa los archivos JPEG y RAW respectivos de estas dos cámaras (procesados con Adobe Lightroom e idénticos parámetros).

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Tal vez lo más obvio sea que, como nos temíamos, estos 15 megapíxeles no aportan sino más tamaño de imagen a lo que ya teníamos con 12 millones de puntos. Sólo en algunas tomas -las del mosaico, por ejemplo- se descubre algo más de detalle a favor de la EOS 50D, mientras que en el resto su mayor resolución pasa inadvertida.

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Pero lo más importante es constatar esa percepción que a veces se tiende a olvidar: de nada sirve un CMOS excelente si la óptica no está a la altura de las circunstancias o ha quedado desfasada ante tantos megapíxeles.

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Y éste parece ser el caso del veterano Canon 17-85 mm f4-5.6 EF-S IS USM, que pese a tener un precio muy similar al Nikon 16-85 mm f3.5-5.6 DX VR II, queda en evidencia.

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Cabe añadir a las semejanzas entre ambas cámaras -sobre todo si dejamos a un lado el componente óptico- el rendimiento de sus respectivos sensores en lo que atañe al rango dinámico, si bien la D90 consigue despuntar algo a la hora de mantener a raya las luces altas de la imagen.

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De todas maneras, las diferencias quedan aún más diluidas si trabajamos en RAW, y si aplicamos a las imágenes correspondientes de ambos modelos el mismo procesamiento (como en nuestro caso).

 

CONTROL DEL RUIDO

Tema estrella de cualquier comparativa entre cuerpos réflex, las pruebas realizadas para comprobar qué pasa con estas dos cámaras al llevar su sensibilidad al límite nos han permitido descubrir una diferencia bastante notoria respecto al comportamiento del balance de blancos.

Canon EOS 50D y Nikon D90 Foto: Joan Piella

 

Así, salta a la vista que con idénticos ajustes de exposición y balance de blancos automático, el mismo bodegón tomado con luz diurna (escasa, por cierto) adquiere un tono exageradamente cálido en la EOS 50D y un poco frío en la Nikon. Aunque aquí parece un punto a favor de la D90, lo cierto es que esta dominante de la Canon puede venirnos mejor en otras situaciones.

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Este tinte magenta que aparece claramente en las tomas, fue corregido al poco tiempo de salir al mercado la 50D, con la actualización del firmware, de su versión original 1.02, a la versión 1.03. Actualmente y como versión final del firmware de la 50D está la 1.09.

Colores al margen, el mismo sujeto tomado con todos los ajustes de sensibilidad respectivos de ambas cámaras nos revela más detalles sobre el comportamiento de sus sendos sensores y procesamientos de imagen.

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Hasta 1600 ISO, las diferencias de ruido son apenas perceptibles, con un rendimiento que en ambos casos se sitúa entre los mejores de su clase. Sin embargo, a partir de este punto es posible apreciar cierta ventaja del lado de la D90, mucho más evidente a 3200 y 6400 ISO.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

 

Las ya comentadas limitaciones de la óptica de la EOS 50D -manifiestas sobre todo en la nitidez de las tomas- y sus desiguales resultados de color y luminosidad en relación con la Nikon -como suele ocurrir, idénticos parámetros de exposición en diferentes cámaras no implican resultados parejos- la perjudican parcialmente en este aspecto.

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No obstante, las diferencias de ruido apreciadas se deben más bien a la más alta sensibilidad nativa de la D90 (200 ISO) y la menor densidad de fotodiodos de su CMOS.

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¿Pero qué parte de este buen trabajo obedece a los sensores y cuál a los procesadores? Para comprobarlo, hemos realizado con ambas cámaras una misma toma a 3200 ISO en formato RAW y hemos procesado las correspondientes imágenes suprimiendo cualquier reducción de ruido o filtro de enfoque.

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Los resultados son esclarecedores: el CMOS de la D90 se impone a la hora de controlar, ya desde la captura, el ruido cromático de la imagen.

 

 

DURA RIVAL

A la vista de las pruebas, no es fácil -como casi siempre- decantarse con rotundidad por uno u otro modelo.

Si bien la Canon EOS 50D hace valer su superioridad en lo que concierne a construcción, resistencia del cuerpo y algunos detalles significativos -velocidad máxima de obturación o control a través del Live View, sin ir más lejos-, la Nikon D90 mantiene el tipo sobre el papel en la inmensa mayoría de los aspectos.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

Así, aunque la victoria de la Canon es palmaria en lo que a velocidad de disparo se refiere y un poco más ajustada respecto al sistema de enfoque (los mismos 11 puntos, pero algo más ágiles que los de la Nikon), la D90 puede presumir de un visor un tanto mejor en cuanto a luminosidad y cobertura.

Pero es al hablar de la calidad de imagen cuando la Nikon luce en todo su esplendor. Y es que, tal y como sospechábamos, los 15 megapíxeles de la EOS 50D apenas logran exprimir algo más de detalle en la imagen al compararlos con los 12 millones de puntos de la D90.

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

Nikon D90 y Canon EOS 50D Foto: Álvaro Méndez

 

Además, esta última hace valer los números de su sensor, un tanto más grande y con menos resolución, para ofrecer mayor rango dinámico -sobre todo en las luces altas- y un control de ruido que, a partir de 1600 ISO, es ligeramente superior.

Llegados a este punto, será el usuario quien tenga que sopesar en su particular balanza las ventajas e inconvenientes respectivos de ambas cámaras en caso de verse en el dilema de ir a por una u otra. Una situación en la que -por cierto- no estaría de más incluir otras candidatas más veteranas, como la K20D de Pentax y la Sony A700, o cuando esté disponible, la más joven Olympus E-30.

Interpretaciones las hay para todos los gustos y monturas. Mientras el relativo empate deja vía libre para apostar por cualquiera de las dos cámaras sin dudar de la buena inversión, habrá quienes no puedan prescindir de los 6 fotogramas por segundo de la EOS 50D o su excelente cuerpo.

Otros enarbolarán la grabación de vídeo, el apetecible precio o los buenos resultados de su sensor para defender la D90.

Nosotros nos quedamos con ambas lecturas, si bien volviendo a la pregunta inicial, todo parece indicar que el empate conseguido por la D90 puede entenderse como una potencial victoria de la D300 frente a su joven rival canonista.»

 

Bueno, pues hasta aquí esta pedazo de comparación, de la cual se deducen ventajas de un modelo y virtudes del otro, todos ellos hacen de estas dos Cámaras, creo yo , que las reinas del sector, si bien en la actualidad los cambios sufridos y avances efectuados por ambas firmas, hacen (ahora mismo), muy asequibles el optar por otos modelos distintos a estos.

Un último detalle para tenerlo todavía más completo el artículo

Un saludo

Fuente: www.quesabesde.com