“En 2009 me fui de viaje a Nueva York y fue entonces cuando hice esta foto. Hubo una buena tormenta y cuando ésta se disipó, los charcos en el muelle mostraban estos excelentes reflejos”, nos relata Jernej Lasic acerca de su captura.
“No me costó nada hacer esta foto. Acababa de comprar un objetivo nuevo en la tienda B&H (un paraíso para los fotógrafos) y esta es una de las primeras fotos que hice con él”, nos cuenta el autor, para aclarar luego que el objetivo que había comprado era el Canon EF-S 10-22 mm y que lo tenía montado en su Canon 400D.
En cuanto al resto de aspectos técnicos, Lasic disparó con una sensibilidad de 200 ISO, un valor de apertura de f7.1, a una velocidad de 1/30 segundos y con una distancia focal de 10 mm.
Si queréis saber más a cerca de como se hizo esta fotografía, sólo tenéis que pinchar en este enlace para acceder al artículo completo, obra de Como la Hice.
Espero que os sea de utilidad.
Fuente: http://www.comolahice.com/
Impresionante fotografía, la cual al primer golpe de vista, no sabía por donde meterle mano, me parecía algo raro, como un fotomontaje, con el techo en la parte superior y el barco como al revés, y luego esa finalización del charco generado por la lluvia en el muelle de madera, la cual parece como un latigazo de agua congelada en el momento del disparo del fotógrafo, no os parece a vosotros algo así,
El color del barco es impactante junto a esa casi ausencia de demás colores, si bien tenemos algo de amarillos en los mastis del mismo y la chimena del propio barco, pero el resto, aunque no lo es y no lo está, parece como en blanco y negro, más bien como con ausencia de tonos y todos en grises.
La diagonal de la imagen, me parece también fantástica, ensalzando aún más si cabe la propia figura del barco, que queda como fantasmagórica o como un barco encallado o dejado de la mano del hombre y olvidado por el paso del tiempo.
El que la foto esté tirada de esa forma y puesta al revés, (fijaros que el techo es el suelo de madera del muelle), hace que todavía la fotografía sea más atrevida y nos lleve a mirarla una y otra vez de distinta forma. Si estuviera totalmente recta, con verla de una sola vez, estaría completo, en ese momento veríamos el barco al completo y seguramente averiguaríamos al instante que es un reflejo del mismo en el agua.
Lo dicho, sencillamente impactante y genial el talento del fotógrafo que está detrás del visor, haciendo que todos los demás al verla veamos algo diferente y distinto, aunque sea lo que ese fotógrafo quería que viéramos.
Un saludo a TODOS