Con la llegada del calor es inevitable que lleguen las tormentas. Pero al igual que con el calor, con la llegada del frío, nos encontramos con el mismo fenómeno, si bien, en este último caso, las tormentas son producidas no precisamente por calor, sino todo lo contrario.
Como quiera que ahora vamos a estar más ocupados de otras cosas, nuevas convocatorias, que como siempre nuestro buen amigo EL CID nos propone mes a mes y como quiera que en estos momentos con las lluvias (por lo menos aquí en España), es como más difícil hacer fotos, moverse por mil y un lugares, salvaguardar nuestro equipo de posibles contratiempos, etc….. vamos a dejar esta entrada y la siguiente para el futuro veranito que nos traerá ese 2014, simplemente para tenerlo en cuenta y saber que en esos momentos, aunque haga mucho calor, podemos encontrarnos con nubes y tormenetas, las cuales nos brindarán la oportunidad de sacar fantásticas fotos.
Ni que decir tiene, que en el resto de lugares del mundo, donde no funcionen las estaciones de tiempo como en mi país (España), esto es aplicable de igual forma y en esos precisos momentos de calor. Mil discupas a todos aquellos amigos de DistanciaFocal, que vivan en otras partes del mundo, donde ahora es invierno y cuando en España sea invierno pues en el suyo es verano.
En primer lugar vamos a intentar comprender un poco mejor como se forman y evolucionan las tormentas, así podremos anticiparnos algo a ellas y buscar las mejores horas y emplazamientos para la toma de nuestras fotografías.
Comienza el día, el cielo está totalmente despejado y el Sol empieza a calentar la superficie de la Tierra. A medida que avanza la mañana empiezan a formarse bolsas de aire caliente ascendente. Al rededor del mediodía el aire caliente ascendente alcanza capas más altas y frías de la atmósfera y comienza a condensarse formando cúmulos. Por la tarde sigue ascendiendo aire y aumentando la condensación, si la temperatura en altura es lo suficientemente baja se forma un cumulonimbo o nube de tormenta.
Los cumulonimbos son auténticas centrales térmicas que generan mucha potencia, como curiosidad podemos decir que un sólo cumulonimbo grande libera energía, en forma de calor, equivalente a cinco veces todas las centrales eléctricas del planeta, ¿aluncinante, no?.
Después de ver esta pequeña explicación es obvio que podemos descansar por la mañana y preparar nuestro equipo para salir a cazar tormentas a partir de mediodía. Vamos con algunas sugerencias generales.
El equipo:
Vamos a ir de excursión caza-tormentas y no es muy conveniente que lo hagamos andando, el coche es un buen refugio para la lluvia, pero no lo es tanto para protegernos de los rayos. Por lo tanto lo mejor es llevar todo lo que tengamos a mano, fotográficamente hablando se entiende. Repasemos:
- Cámara: lo ideal es una réflex por el juego que da a la hora de manejar parámetros manuales y accesorios, pero también podemos hacer buenas fotos con una compacta.
- Objetivos: podemos obtener tomas muy buenas utilizando desde un angular extremo hasta un teleobjetivo medio.
- Filtros: el más importante quizá sea el polarizador que nos ayudara a resaltar las texturas de las nubes y los colores del paisaje. También nos puede venir bien un filtro de densidad neutra para bajar la luz y subir el tiempo de exposición.
- Trípode: Cuando oscurezca o queramos hacer fotos de rayos se hará imprescindible.
- Disparador de cable: para hacer las fotos de larga exposición y minimizar la trepidación. Recordad que si no tenéis podéis utilizar el viejo método del retardo de disparo, es más pesado pero da iguales resultados que el cable.
- Intervalómetro: te hace la vida mucho más fácil si vas a capturar rayos. Indispensable si se te ocurre hacer un timelapse espectacular de esa nube creciendo.
- Flash: nunca se sabe la utilidad que se le puede dar, así que al morral también.
- Baterías cargadas y tarjetas de memoria vacías. Un disco duro para hacer copias cuando llenemos las tarjetas tampoco estará de más.
Lugares:
Las tormentas son fenómenos impredecibles, pero en la fase de formación tendremos más tiempo para visualizar y elegir una buena composción. Vamos a ver una serie de puntos que nos pueden ser de utilidad:
- Observar el entorno: tomemos unos minutos para observar bien el entorno en donde están evolucionando las nubes y hagamos una pequeña composición de lugar. No es lo mismo una tormenta en la llanura, que sobre las montañas o en el mar.
- Busquemos detalles: puede ser una simple flor sobre la hierba o una iglesia lejana, un velero, o el pico de una montaña, hay multitud de detalles más o menos extensos que pueden ayudar a dar contraste y fuerza a nuestra fotografía.
- Diferentes puntos de vista: tenemos tiempo para desplazarnos unos pasos o incluso unos pocos kilómetros si consideramos que puede haber un lugar mejor o hemos observado algún detalle que merezca la pena incluir en la toma y para lo cual deberemos variar nuestro punto de vista.
- Sin mover los pies: no olvidemos que muchas veces podemos cambiar nuestro punto de vista sin movernos del sitio, un simple golpe de zoom o cambio de objetivo puede darnos otra visión totalmente distinta.
- Creatividad: como no hay prisa, de momento, podemos permitirnos la licencia de ser creativos y buscar encuadres y composiciones que conviertan una foto normal en algo más original. Además recordad que una vez comprado el equipo, tomar fotografías es gratis.
En un segundo artículo hablaremos sobre los momentos para captar las imágenes y que tipo de fotografías podemos hacer antes, durante y después de la tormenta y recordaremos como fotografiar rayos.
Fotos | Mario Ximénez
Fuente | Xatakafoto