Ya sabemos lo que es una tormenta, hemos cargado el equipo en el coche y oteado el horizonte en busca de un buen lugar para realizar nuestra sesión fotográfica. Sigamos con más sugerencias.
Momentos, antes:
Antes de la tormenta es cuando más tiempo tenemos y cuando más vamos a disfrutar. Las posibilidades son muchas y dependen de la imaginación y creatividad de cada uno pero no está de más dar algunas ideas que pueden ser interesantes:
- Hacer tomas generales de la evolución de la nube, desde que comienza a formarse hasta que se convierte en un cumulonimbo totalmente desarrollado. Para este tipo de fotografías deberemos utilizar objetivos angulares y situarnos en paralelo a la tormenta ya que si se acerca o se aleja de nosotros es posible que no podamos completar toda la serie de fotografías.
- Fotografiar partes de la nube con teleobjetivo e incluir en el encuadre algún elemento de tamaño conocido para poder compararlos.
- Buscar composiciones originales con las nubes de fondo tomadas con angular.
- Echar unas cuantas horas y realizar una sesión de fotos con vistas a montar un time-lapse de la evolución de las nubes. Habrá que probarlo, tiene que quedar de muerte.
- Justo antes de que rompa a llover, si estamos debajo de la tormenta, suelen crearse unas texturas extrañas en la capa inferior de nubes. Hay que estar muy atentos a este momento para capturar esas texturas.
Momentos, durante:
Cuando se desata la tormenta y comienza a llover casi siempre es hora de guardar el equipo y buscar refugio. Pero puede haber alguna situación en la que tengamos posibilidades de sacar alguna foto más. Si la tormenta tiene muchos rayos y estamos en un lugar bien seguro podemos intentar capturar alguno con nuestra cámara. Vamos con más recomendaciones:
- Seguridad ante todo: los rayos son cosa seria, todos los años hay muertes y lesiones graves producidas por el imapcto de un rayo sobre las personas, así que deberemos extremar las precauciones. Podemos hacer fotografías a buen resguardo de una construcción o desde una ventana de casa. El coche también es un lugar seguro, aunque estar debajo de un tormentón y haciendo fotos dentro del coche da un poco de miedo, os lo aseguro.
- Rayos de noche: montamos la cámara en un trípode, el enfoque en manual y ajustado a infinito, ponemos el ISO al mínimo, una abertura media f:6,3 ó 8 y hacemos pruebas con la velocidad hasta que el tono del cielo sea más o menos neutro, lo ideal es que sean tiempos entre 5 y 20 segundos. Tened en cuenta que en las ciudades las nubes se iluminan mucho por la propia luz urbana así que el tiempo de exposición tendrá que ser menor, pero lo mejor es hacer un par de pruebas y ajustar si es necesario. Vamos a hacer muchos disparos, así que un intervalómetro nos será de mucha utilidad ya que nos evitará tener que estar pendientes de la cámara. Si no movemos el encuadre y tenemos suerte podremos capturar varios rayos en varias fotografías distintas, si luego las unimos con un programa de edición quedará un resultado espectacular.
- Rayos de día: fotografiar rayos de día es un poco más complicado que de noche ya que hay bastante luz y el tiempo de obturación será muy corto, por lo que las posibilidades de cazar el rayo se reducen considerablemente. Para aumentar el tiempo podemos utilizar dos truquillos, cerrar el diafragma a tope y poner algún filtro que baje la luz como un polarizador o un filtro de densidad neutra. Por supuesto que también es indispensable el trípode y muy recomendable el disparador y/o intervalómetro.
- Cortina de agua: a veces la lluvia cae de repente como una auténtica cortina de agua, si estamos debajo seguro que nos empapamos, mala suerte, pero si estamos a una distancia prudencial podremos sacar alguna foto interesante, sobre todo si el entorno es adecuado y ayuda a realzar la toma.
Momentos, después:
Ya ha pasado lo mejor y estamos felices y cansados por la jornada fotográfica tan dura que hemos tenido. Pero no os relajéis, todavía puede surgir alguna oportunidad para tomar una buena foto:
- Arco iris: puede aparecer o no, depende de la situación del sol y de la lluvia. Si lo vemos podemos utilizar un objetivo angular para fotografiarlo entero o un tele para un detalle de donde el arco toca con tierra, en este caso podemos incluir algún elemento adicional como una iglesia o un pueblo para darle más interés a la toma. Para fotografiar el arco iris nos irá muy bien el uso del polarizador ya que realza bastante los colores.
- Bruma por evaporación: algunas veces cuando hace mucho calor, después de la tormenta el sol calienta algunas zonas y la evaporación hace que se produzca un efecto muy curioso, sobre todo sobre el asfalto de las carreteras. Dura muy poco, si queremos captarlo no podremos perder mucho tiempo.
- Tormenta en la distancia: la tormenta ha pasado sobre nuestras cabezas pero sigue muy activa, podemos intentar hacer una fotografía de rayos en la nube sobre un amplio paisaje de fondo.
Por mi parte ya no hay más que hablar, ahora sólo queda ponernos manos a la obra. Este mismo fin de semana puede ser un buen momento. Estad atentos a la web de la Agencia Estatal de Meteorología para hacer un seguimiento detallado de los fenómenos atmosféricos de cada zona.
Suerte y buenas fotos.
Fotos | Mario Ximénez
Fuente | Xatakafoto