Niépce, el inquieto terrateniente francés descubridor de la fotograf la, inauguró el género del paisaje con su cámara oscura. En julio de 1827 obtenía “Punto de vista tomado desde la ventana de LeGras”, el negativo y el paisaje fotográficos más antiguos que se conocen. De hecho, la inmovilidad de las normas arquitectónicas fue un óptimo aliado de los pioneros de la fotografía en sus avances sobre óptica y soportes químicos.

En la segunda mitad del siglo XIX, quedaron ya definidas dos escuelas de fotografía de paisajes. Mientras en Europa, fotógrafos como Hippolyte Bayard o Samuel Bourne optaban por un punto de vista más urbano captando templos, palacios, monumentos y ruinas, en Estados Unidos, apoyados por una extensa tradición literaria de comunión con la naturaleza, Carleton Eugene Watkins, Timothy O’Sullivan y William Henry Jackson fundaban una nueva estética basada en la grandiosidad de la naturaleza como elemento de identidad nacional.

En las postrimerías del siglo, en medio del gran debate sobre si la fotografía podía considerarse un arte como la pintura, Peter Henry Emerson defendió la fotografía naturalista, sin el soporte de artificios pictóricos. Ardiente valedor de los valores intrínsecos de la fotografía, este autor de temas rurales y paisajes demostró que podía crear obras de arte exclusivamente con los recursos propios del medio. Gracias a su obra y su labor divulgadora, Emerson consiguió atraer el interés por la fotografía de paisajes y sentar a la vez las bases teóricas del Pictorialismo y de otras corrientes posteriores, como la Straignt Photography norteamericana.

Durante las primeras décadas del siglo XX, ante el auge del fotoperiodismo y de la fotografía creativa de las vanguardias artísticas, el paisaje pasó a un segundo plano hasta la aparición de la figura dej, estadounidense Ansel Adams. Seguidor de la tradición estadounidense, este fotógrafo californiano está considerado un auténtico paradigma del género. Empeñado en la divulgación de la belleza y la defensa del patrimonio natural de los grandes parques nacionales de Estados Unidos, Adams no sólo recorrió todos los rincones de estos monumentales lugares sino que, experto técnico de laboratorio, inventó un método de revelado y exposición, conocido como «sistema de zonas«. Ampliamente divulgado, este método proporcionaba a los paisajes una vitalidad y un dinamismo hasta entonces desconocido. Su virtuosismo llevó a Alfred Stieglitz, el padre de la moderna fotografía estadounidense, a calificar las imágenes de Adams como las más perfectas que jamás había visto. Con sus tomas, Adams había conseguido deshacer el tópico del estatismo en la fotografía de paisajes. La mayor parte de la obra de este fotógrafo está ligada a las cumbres, valles, ríos y flora del parque nacional de Yosemite, en California. Estrechamente vinculado al desarrollo de la fotografía estadounidense en el siglo XX, Adams colaboró en 1940 en la creación del departamento de fotografía de Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Considerado como una institución por las organizaciones conservacionistas y los fotógrafos estadounidenses, este activo defensor del medio ambiente recibió en 1980 la Medalla de Honor de manos del presidente Jimmy Carter. Instalado también en California, Edward Weston, patriarca de una saga de fotógrafos, es el otro gran referente estadounidense en la fotografía de paisajes. Reconocido internacionalmente por sus retratos y desnudos, este autor de estudio rompió en 1922 con el Pictorialismo y se proclamó seguidor del Modernismo. Durante una catártica estancia en México, donde hizo sus primeras fotos de exteriores, profundizó en un nuevo y personal estilo, preocupado por plasmar las texturas y las formas esenciales de los objetos. Tras su regreso a Califomia, Weston se centró en las composiciones con desnudos y naturalezas muertas con vegetales y conchas, cuyas imágenes revelaron una asombrosa plasticidad orgánica. En 1929, tomó sus primeras fotografías re rocas y árboles en Point Lobos, y entre 1934 y 1936 hizo, junto a su hijo Brett, las fotografías que le hicieron celebre: una serie sobre las dunas de Océano, una pequeña localidad de las costas californianas, que presentó en Photography:1839-1937, una exposición del MoMA de New York. Como ocurriera con los vegetales, los estudios que Weston hizo de las dunas descubrieron al público las formas orgánicas de éstas y pusieron en evidencia las posibilidades de abstracción del paisaje. Este trabajo le proporcionó una beca de la Fundación Guggenheim -la primera librada a un fotógrafo- para que profundizara en sus experimentos. Enfermo de Parkinson, Weston disparó su última fotografía en 1948.

Procedentes de diferentes campos de la fotografía, en 1932 Ansel Adams y Edward Weston fueron junto a Imogen Cunningham, Willard Van Dyke y otros fotógrafos californianos, fundadores del grupo f/64 en San Francisco. Pese a su breve existencia, el colectivo ejerció una profunda influencia entre los profesionales de la costa oeste de Estados Unidos. Réplica de la Straight Photography, alentada en New York por Alfred Stieglitz, Charles Sheeler y Paul Strand, f/64 defendía la fotografía pura, directa, de objetos y escenas reales tomados sin los artificios del Pictorialismo. El grupo adoptó su nombre de la apertura mínima de diafragma de las cámaras, que permitía asegurar una gran profundidad de campo y una buena definición tanto de los objetos lejanos al objetivo como de los cercanos. Como hicieran Paul Strand y Weston, también Ansel Adams se sintió atraído en aquel período por las composiciones abstractas a partir de elementos naturales.

Josef Koudelka ha aportado en la segunda mitad del siglo XX una nueva manera de mirar el paisaje. Con una trayectoria profesional polifacética -autor de fotografías de teatro en su juventud, conocido internacionalmente por sus trabajos sobre la comunidad gitana, reportero gráfico de la “primavera de Praga” y notario de la marginalidad en Europa-, Koudelka se dedicó por primera vez a la fotografía de paisajes en el proyecto DATAR, patrocinado en 1987 por la adminIstración francesa. Tres años después, provisto de cámaras panorámicas, el fotógrafo checo se dedicó a ilustrar la devastadora intervención humana sobre el paisaje. Frente a la desbordante belleza de los paisajes de Adams y los experimentos intelectuales de Weston, Koudelka recoge paisajes abiertos, desnudos que, pese a su desolación, encierran un poderoso atractivo.

Ansel Adams autorretratando su sombra en el Monument Valley (Utah,Estados Unidos), en 1958. PERSONALMENTE ME ENCANTA ESTA FOTO

Monte Williamson, California, Estados Unidos by Ansel Adams, 1944

Monolito, Yosemite Park, Estados Unidos by Ansel Adams, 1927

Luna en el Half Dome, Yosemite Park, Estados Unidos by Ansel Adams, 1960

El río Snake y los Tetons, Estados Unidos by Ansel Adams, 1942

Roble tras la nevasca, Estados Unidos by Ansel Adams, 1948

Álamos, norte de Nuevo México, Estados Unidos by Ansel Adams, 1958

Iceberg encallado, Alaska, Estados Unidos by Ansel Adams, 1948

Yosemite tras una tormenta, Estados Unidos by Ansel Adams, 1944

Anochecer en Hernández, Estados Unidos by Ansel Adams, 1941

White Sands, Nuevo México, Estados Unidos by Ansel Adams, 1942

Dunas, Océano, California, Estados Unidos by Edward Weston, 1936

Caracol de mar, Estados Unidos by Edward Weston, 1931

Nubes by Edward Weston, 1931

Ciprés solitario en Point Lobos, Estados Unidos by Adward Weston, 1946

Enebro, Yosemite Park, Estados Unidos by Edward Weston, 1937

La Mancha, España by Josef Koudelka, 1974   –  ESTA FOTO ME PARECE DE UNA PLASTICIDAD ASOMBROSA

Cruce de carretera, Irlanda del Norte, Reino Unido by Josef Koudelka, 1978

Devastación minera, Alemania by Josef Koudelka, 1997

Vegetación al margen, República Checa by Josef Koudelka, 1991

Gaviotas, Escocia, Reino Unido by Josef Koudelka, 1977

 

Ansel Adams

(1902-1984)

De naturaleza inquieta y formación autodidacta, este fotógrafo estadounidense nacido en San Francisco (California) iba para concertista de piano cuando a los 14 años,tras unas vacaciones de verano, decidió dedicar su vida a fotografiar la privilegiada belleza del parque nacional de Yosemite. Integrante del grupo f/64, fundó los departamentos de fotografía del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y de la California School of Fine Arts. Admirado por sus fotografías de las reservas naturales de Estados Unidos y respetado por su insobornable conciencia medioambiental, fue objeto de merecidos honores oficiales. Experto técnico de laboratorio, impartió clases y concibió una depurada técnica de exposición y revelado conocida como «sistema de zonas».

 

Edward Weston

(1886-1958)

Aunque nacido en Highlands Park (Illinois), Weston desarrolló su carrera profesional en California, donde, tras culminar sus estudios de fotografía en Chicago, abrió su primer estudio en 1911. En 1922 rompió con el Pictoralismo y se manifestó partidario del Modernismo. Tras un viaje a Nueva York y una reveladora entrevista con Alfred Stieglitz, en 1923 se trasladó a México donde, en contacto con el ambiente intelectual local, experimentó con nuevos temas y materiales. De nuevo en California, fundó el grupo f/64. Reconocido autor de retratos, desnudos y bodegones, a partir de 1936 empezó a reproducir paisajes. A mediados de los años 40, el avance de la enfermedad de Parkinson interrumpió definitivamente su actividad profesional.

 

Josef Koudelka

(1938)

Natural de Moravia, este profesional checo fue ingeniero aeronáutico antes de dedicarse a la fotografía. Tras unos primeros trabajos de carácter experimental se dedicó a la fotografía de piezas teatrales antes de decantarse por el documentalismo social, en el que sobresalió por su conocido trabajo sobre los gitanos. En 1970, dos años después de fotografiar los sucesos de la Primavera de Praga, abandonó Checoslovaquia y vivió exiliado en Londres y París. Miembro de la agencia Magnum desde 1974, se ha dedicado a viajar por Europa y otros continentes recogiendo estampas inquietantes de la marginación y de la vida diaria. A partir de los años 90 su trabajo se ha orientado hacia la fotografía de parajes desolados captados con cámaras panorámicas.

Un saludo