Desde siempre, el ser humano ha buscado dar explicaciones, racionales o no, a los fenómenos que le rodean, dar sentido a la existencia y refugio a sus temores con el convencimiento final de que existe un Más Allá, ya sea más placentero o más terrible que la vida terrenal. A su vez, a lo largo del tiempo, filósofos, sociólogos, historiadores, antropólogos, teólogos y hasta poetas han intentado definir la religión, compañera del ser humano en las distintas civilizaciones de la historia. El sociólogo y antropólogo francés Émile Durkheim sostenía que “una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada iglesia, a todos los que a ella se adhieren”. Las distintas religiones que existen o han existido sobre el planeta tienen un rol organizativo en la sociedad similar al de la familia, el estado o la economía, ya que fomentan las relaciones humanas entre los grupos que las practican. Estos grupos unidos en torno a un ideario común conservan sus tradiciones, sus ritos y sus códigos morales y éticos. Desde los egipcios, con su complicada cosmogonía, a los dioses del Olimpo griego y hasta la aparición de las tres grandes religiones monoteístas -cristianismo, judaísmo e islamismo- todas las religiones definen la estructura social de sus respectivos grupos, y cada una de ellas, incluyendo a las no-teístas, como el budismo, o las politeístas, como el hinduismo, han contribuido al desarrollo del pensamiento.

La fotografía, como arte y como técnica, cumple según el historiador del arte Geoffrey Batchen cuatro funciones obligatorias: ayudar a la recopilación de conocimiento; inmortalizar el tiempo frente a su propio paso; retratar y organizar la naturaleza y catalogar el espacio. La primera obligación -recopilación del conocimiento– habría que extenderla a su vez ala difusión del mismo, y es eso justamente lo que los fotógrafos que aparecen en este libro -Josef Koudelka, Steve McCurry, Abbas (Jamal Abbas) y David Seymour- llevan a cabo con sus trabajos sobre religión realizados en diferentes partes del planeta.

En un mundo dominado por la desconfianza que genera lo “distinto” y en el que los recelos milenarios entre las tres religiones abrahámicas cobran una dimensión geopolítica, no deja de sorprender como Abbas -nacido en Irán pero establecido en París- no sólo retrata a musulmanes en actos cotidianos, sino que rompe barreras y se adentra en Jerusalén más hebreo o en el México más cristiano. Este fotógrafo ha dedicado parte ce su vida profesional al entender los fenómenos religiosos, aunque a la pregunta de si es creyente responde: Mi relación con Dios es cordial y estrictamente profesional. Aunque sea popular y universal, Dios es un fantasma. Sin embargo, la necesidad de Dios es legítima; los que no lo necesitan son libres de no tener esa necesidad. No tengo nada contra la idea de Dios”.

Como fotoperiodista Abbas registró la Revolución Islámica de su país entre 1978 y 1980. Diecisiete años más tarde, tras un exilio autoimpuesto, regresó para preparar uno de sus libros más emblemáticos, Iran Diary (2002) una interpretación muy crítica de la Historia contemporánea de su país. Desde 1987 hasta 1994 Abbas trabajó en Allah O Akbar, a journey through militant Isfam, una aguda mirada al resurgimiento islámico, desde China hasta el Magreb, en el que puso de manifiesto las tensiones internas entre las distintas facciones del islamismo, provocadas por la contraposición entre el apego a las costumbres más ortodoxas y las interpretaciones más abiertas del Corán. En la última década Abbas se ha concentrado en dos proyectos, uno ya terminado sobre el choque de religiones, y el que le ocupa en la actualidad, dedicado el budismo.

El checo Josef Koudelka se dio a conocer al fotografiar y enviar clandestinamente a Occidente sus instantáneas de la invasión soviética de 1968 tras la Primavera de Praga. Proveniente del mundo del teatro, Koudelka se adentró desde unos años antes (entre 1962 y 1970) en la realidad de las comunidades gitanas de su país – los desplazados entre los desplazados-. Y las fotografió, no como fenómenos de feria, sino como miembros de una etnia orgullosa que defendía el apego a sus ritos y el respeto a sus tradiciones, las cuales sobrevivían en un país supuestamente aconfesional. Las singularizó frente al teórico igualitarismo imperante en una república socialista. Esa misma diferencia entre lo que supuestamente es igual es lo que destaca Koudelka cuando retrata a los católicos de su Moravia natal: cambia el entorno, pero no la desesperación y la fe en la oración, que hallamos presentes en todo el mundo. Este retrato de la fé y, por qué no, de la desesperanza, lo ha plasmado en varios libros, entre los que sobresalen Gitans: la fin du voyage (1975) y Exils (1997).

Steve McCurry saltó ala fama internacional cuando en 1985 la revista National Geographic publicó en portada su foto de una niña afgana de intensos ojos verdes en un campo de refugiados. Más que ningún otro fotógrafo, McCurry ha mostrado su predilección por Asia recorriéndola en infinidad de ocasiones para acercar al resto del mundo los secretos de Afganistán, Tíbet, India, Irak, Yemen, Camboya y otros países. El estallido de colores que el fotógrafo encuentra en este continente le lleva a abrazar una paleta cromática cargada de tonalidades cálidas, en la que rojos y naranjas parecen adquirir un nuevo significado. Asimismo, McCurry se ha interesado por el budismo y ha fotografiado extensamente los templos de Angkor Wat, en Camboya. Su libro sobre Asia, The Path to Buddha: A Tibetan Pilgrimage (2003) le ha valido varios premios internacionales.

Por último, el más veterano de los fotógrafos presentes en este libro es David Seymour. Nacido en Polonia y más conocido como Chim, Seymour saltó a la fama internacional tras su cobertura de la guerra civil, española junto a Robert Capa y Cerda Taro. Más adelante documentó la situación de la población infantil europea después de la Segunda Guerra Mundial -un encargo para la UNICEF-, así como la creación del estado de israel. El libro The Vatican, Behind the Scenes in the Holy City (1950) recoge su amplio trabajo sobre el Vaticano. Presidente de la agencia Magnum tras la muerte de Capa, él mismo murió durante un conflicto bélico, cuando se dirigía a fotografiar un intercambio de prisioneros cerca del canal de Suez, en Egipto, en 1956.

Zapatero rodeado de estampas, Portugal – H.Cartier-Bresson, 1955

Peregrinación a Croagh Patrick, Irlanda – Josef Koudelka, 1972

Mezquita de Al-Azhar, El Cairo, Egipto – Abbas, 1987

Basílica de San Pedro, El Vaticano – David Seymour, 1949

Peregrinos en Levoca, Eslovaquia – Josef Koudelka, 1967

Santuario de Lourdes, Francia – Josef Kaudelka, 1973

Santuario de Chalma, México – Abbas, 1983

Poblado Dogon, Malí – Abbas, 1996

Funeral gitano, Jarabina, Eslovaquia – Josef Koudelka, 1963

Coro evangélico, Estados Unidos – Abbas, 1996

Universidad Islámica, Indonesia – Abbas, 1989

La primera comunión, Venecia, Italia – David Seymour, 1951

Niños de la calle, Roma, Italia – David Seymour, 1948

Carnaval, Olomouc, Cgecoslovaquia – Josef Koudelka, 1968

Escuela coránica, Malí – Abbas, 1988

Muro de las Lamentaciones, Jerusalén – Abbas, 1991

El Jadida, Marruecos – Abbas, 1991

Rezos del viernes, Irak – Abbas, 2004

Festival de Holi en Rajastán, India – Steve McCurry, 1996

Monje budista en Kham, Tibet – Steve McCurry, 1999

Monje en Aranyaprathet, Tailandia – Steve McCurry, 1998

Angkor Wat, Camboya – Steve McCurry, 1998

Roca dorada de Kyaiktiyo, Myanmar – Steve McCurry, 1994

Josef Koudelka

(1938)

Natural de una pequeña localidad morava, este profesional checo fue ingeniero aeronáutico antes de dedicarse a la fotografía. Tras unos primeros trabajos de carácter experimental se dedicó a la fotografía de piezas teatrales, antes de decantarse por el documentalismo social, en el que sobresalió por su trabajo sobre los gitanos. En 1970, dos años después de fotografiar los sucesos de la Primavera de Praga, abandonó Checoslovaquia y vivió exiliado en Londres y París. Miembro de la agencia Magnum desde 1974, se ha dedicado a viajar por Europa y otros continentes recogiendo estampas inquietantes de la marginación y de la vida diaria. A partir de los años 90 su trabajo se ha orientado hacia la fotografía de parajes desolados, captados con cámaras panorámicas.

 

Steve McCurry

(1950)

El fotoperiodista Steve McCurry nació en Filadelfia (Estados Unidos). Tras trabajar durante dos años en un periódico, se estableció como free-lace y comenzó a viajar. En calidad de independiente, y más adelante como fotógrafo de Magnum, ha recorrido el mundo, especialmente Asia, dejando testimonio de sus conflictos y su realidad social. Su cobertura de la invasión rusa de Afganistán con una cámara oculta entre sus ropas le valió el Premio Robert Capa de Fotografía en 1980. Galardonado con numerosos premios más, ha publicado en revistas tan prestigiosas como National Geographic. También es conocido mundialmente por sus dos retratos de una misma refugiada afgana, Sharbat Gula, con un espacio de 17 años entre ambos.

 

Abbas

(1944)

 

Nacido en Irán y luego instalado en Francia, Abbas dedicó sus primeros años de trayectoria profesional a la cobertura de conflictos bélicos y revoluciones alrededor del mundo. Parte de este periplo lo llevó a su país natal, donde documentó la revolución islámica entre 1978 y 1980. Posteriormente se autoexilió y emprendió una serie de proyectos largos, entre ellos su libro Retorn to Mexico (1992), que desarrolló fotográficamente como si se tratara de una novela. Desde 1987 las religiones han sido el motor central de su trabajo. Destacan sus libros Alioli OAkbar: A Journey Through Militant Islam (1994), Faces of Christianity: A Photographic Journey (2000) y Iran Diary (1975-2002) (2002). Entre 2002 y 2007 trabajó en un ambicioso proyecto sobre el choque de religiones.

 

Davis Seymour

(1911-1956)

Chim -apelativo por el que le conocían sus amigos- Seymour nació en Varsovia. A los 18 años se trasladó a Lepzig para estudiar artes gráficas y fotografía. Tras trabar amistad con Robert Capa, cubrió como éste la guerra civil española. Poco después, huyendo del nazismo, se estableció en Estados Unidos y viajó con las tropas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial La UNICEF le encargó que documentara los efectos de la contienda sobre los niños. Con ese fin recorrió Italia, Hungría, Polonia, Alemania, Checoslovaquia y Grecia durante un decenio y publicó Children of Europe. Fue uno de los fundadores de la agencia Magnum, que presidió en 1954-1956, y colaborador de Vu, Life, Regards y Ce Soir, entre otras revistas. Halló la muerte cubriendo la guerra de Suez.

Maestros de la Fotografía es una obra original de Estudi Cases, Buenos Aires (Argentina) ©2008 Estudi Cases. Todos los derechos reservados. ISBN 978-84-9899-099-7 (obra completa); 978-84-9899-109-3 (de este libro). Depósito legal TO-0012-2009. Impreso en la UE. Idea original Joan Ricart. Coordinación Mar Valls. Redacción Vicente Ponce, Joan Soriano. Diseño Susana Ribot. Maquetación Clara Miralles.