La Ley del movimiento es una regla básica a aplicar en la composición de la fotografía, teniendo aplicación en aquellas fotos dotadas de movimiento.
Un mal encuadre puede desmerecer una fotografía en movimiento difícil de conseguir.
La regla del movimiento es muy sencilla, y nunca debemos perderla de vista. Para aquellas fotos que deseen transmitir movimiento de objetos, los elementos en movimiento deben “entrar” en la fotografía, es decir, deben estar a uno de los lados de la fotografía, dejando mayor espacio en la dirección del movimiento.
Por ejemplo en una carrera de coches, si la fotografía la encuadramos con los vehículos “saliendo” de la misma no seria muy correcto, sería un encuadre mejorable de una fotografía en movimiento.
Con un encuadre donde exista un mayor espacio delante de los coches en la carrera, conseguiríamos transmitir al espectador una mejor información sobre el movimiento de los coches, que es al fin y al cabo el objetivo buscado.