Se podría decir que este sería el último paso a realizar en la edicion de una fotografía en Photoshop, una vez realizado todos los ajustes correspondientes, necesarios o prerferidos. Si bien es un paso muy importante al mismo tiempo es un paso con el cual hay que tener mucho cuidado, ya que es un efecto destructivo y cualquier acción o modificación que efectuemos despues de enfocar nuestra fotografía degradará la misma de forma considerable, sobre todo añadiendo mucho ruido a la misma.
Encontramos la posibilidad de realizar dicha acción en Photoshop en Filtro>Enfocar y aunque hay 5 opciones en dicho filtro, en la gran mayoría de los casos, solamente se usan Enfoque Suavizado y Máscara de Enfoque.
Nosotros en este ejemplo vamos a utilizar «Máscara de Enfoque«. El funcionamiento de este filtro estriba en destacar los bordes de nuestra imagen, es decir, la zona donde dos colores que son distintos se tocan y en ese punto aumenta el contraste para que se vea mejor. Esto nos crea una sensación de una imagen mucho más definida y mejor enfocada.
En la pantalla de Máscarade Enfoque nos aparecen tres deslizadores o reguladores, «Cantidad» que determina la cantidad de foco que se aplicará a la fotografía; «Radio» que nos dice cuantaos píxeles alrededor del borde afectará el enfoque de la imagen y «Umbral«, que controla los píxeles que se enfocan en función de la diferencia de luminosidad y que cuanto menor sea el valor del mismo, más intenso será el efecto de enfoque en la fotografía.
Y estos son los resultados en tres ejemplos distintos, fotografía apaisada, vertical y un retrato. En las tres imágenes, os he marcado una línea en color rojo, para que podáis apreciar la diferencia de la imagen tratada con la Máscara de Enfoque (ZONA IZQUIERDA), y la imagen original (ZONA DERECHA).
Es muy curioso comprobar que la máscara de enfoque debe de usarse siempre sobre determinadas texturas, pero no sobre todas. Por ejemplo, en la última fotografía, el retrato, podemos observar que debe usarse sobre el cabello, telas y ojos, pero nunca debe usarse sobre la piel ya que, en este caso, si os fijáis bien, genera muchos brillos en la frente y se aprecian en exceso los poros de la propia piel, pequeñas arrugas debajo del ojo, etc…. También debemos tener siempre mucho cuidado al usar este efecto por el peligro que generaen las zonas negras ya que tienden a empasterse.