Como muchos de vosotros sabréis, el archivo «RAW» es un archivo que llamamos “negativo digital” por contener en él toda la información que recibe el sensor (en bruto). Posteriormente a esto, nosotros mediante un proceso de revelado digital, nos encargamos de ajustar parámetros, para dar a ese archivo, las características propias de un archivo de imagen como tal (profundidad de color, espacios de color, extensión etc…).

Uno de los mitos que ha generado este tipo de archivo, es del no ajustar cosas tan básicas e importantes como sí lo eran en la fotografía química, y es que la frase de Ya lo ajusto luego en el RAW, es cada vez más repetida. Uno de esos puntos que hemos dejado olvidados al realizar una fotografía, por así decirlo, ha sido el famoso White Balance o Equilibrio de Blancos. Y es que, parece ser, que el ajuste que realizamos al revelar, nos hace “pasar olímpicamente” muchas veces de él. Pues bien hoy os quiero dar un pequeño consejo o truco que sirve para exponer bien, y no es ni más ni menos que el ajustar lo mejor posible el Equilibrio de Blancos.


Pantalla de selección de WB en un modelo de Canon

Ya sabemos que, en digital el histograma es nuestra principal arma para saber si nuestra exposición ha sido la correcta, y es por eso que muchas veces nos fijamos en él para ver si hemos expuesto bien la toma. Este histograma, aunque disparemos en RAW, se basa siempre en una previsualización de dicho archivo RAW, pero interpretado por la cámara, como si de un archivo JPG se tratara. Pues bien ¿qué ocurriría si ese histograma sufriera una variación por añadírsele dominantes de color a la escena?, pues que estaríamos ante un histograma, que nos estaría dando una exposición errónea. Sabiendo que el Equilibrio de Blancos se realiza para neutralizar dichas dominantes de color, y que los histogramas se componen de tres canales (Rojo, Verde y Azul), si no ajustamos bien esa dominante, estaremos igualmente añadiendo información extra a los canales de color. Esto se resume en un nuevo engaño en nuestro histograma.

Muchos de vosotros pensareis, bueno entonces yo ajusto el WB en revelado y después miro el histograma y lo ajusto. Pues bueno podría ser una solución, que no está exenta de algo de razón, pero el caso es que si hacemos esto, es posible que algunas fotos, y debido a la forma correcta de exponer en digital para conseguir mejor calidad (sobreexponer), nos “reviente” algún canal al revelar dicha fotografía con el RAW y no podamos recuperarlo después.


Modelo ColorChecker Passport con superficie para realizar WB personalizado

Así que por tanto, ya sea usando un WB personalizado (que es el más exacto de todos), mediante una tableta ColorChecker o superficie blanca (Lastolite, o similares), o mediante un WB preestablecido por nuestra propia cámara (lo más parecido a la situación de luz en la que nos encontremos), deberemos intentar ajustar lo mejor posible para conseguir una exposición más exacta y carente de problemas.

Como siempre, este es un truco para mejorar la exposición que podéis usar o no, pero al menos si no lo hacéis, que sepáis que el Balance de Blancos  SÍ IMPORTA en la exposición, a pesar de disparar en formato RAW, y por lo tanto que deberéis actuar o no en consecuencia.

Fuente: http://www.xatakafoto.com/