Este truco también es tremendamente sencillo, y tiene una importancia a veces vital, ya que nos puede ayudar mucho en distintas ocasiones, y sobre todo nos puede ahorrar el tener que llevar y cargar nuestro aparatoso trípode (se entiende que este truco es para ser utilizado en diversas circunstancias y que el trípode soluciona situaciones muy distintas y que es insustituible en otra tantas).

Puedes confeccionar un sencillo saco o bolsa portátil como estabilizador y trípode de tu cámara, con muy diversos materiales, teniendo en cuenta que si utilizas materiales impermeables (como por ejemplo esas bolsas de los «chubasqueros» que compramos en los chinos, que todos tenemos para la lluvia y que no ocupan nada), te ahorraras el tener que secarlos cuando termines la sesión, sustituir incluso a veces el interior del mismo al haber absorbido esa humedad y solamente con pasarle un paño o pañuelo de papel, estará listo para la próxima salida.  También puedes hacerlos de distintos tamaños.

Obviamente y como decía anteriormente, no son regulables en altura, pero nos puede servir para disparar desde superficies fijas como por ejemplo desde la ventanilla de nuestro coche, si estás realizando algún tipo de safari o estás haciendo fotografía urbana.

El saco puede rellenarse de arroz, lentejas, garbanzos o judías. Cuanto más voluminosa y ligera sea la elección menos pesado será el saco. El elemento que más se usa para este tipo de sacos es el arroz para saquitos pequeños y los garbanzos gordos para tamaños un poco más grandes.

Un saludo

Fuente: http://lavozdelmuro.net/