¿TUS FOTOGRAFÍAS EN BLANCO Y NEGRO EN LA CÁMARA O DESPUÉS?.-
La mayoría de las cámaras digitales cuentan con una serie de programas preconfigurados que ajustan la salida de la imagen a modos más o menos creativos: blanco y negro, sepia, colores intensos, colores apagados… Te has preguntado alguna vez si ¿es mejor utilizar estos programas o realizar los ajustes posteriormente con tu programa de retoque favorito?.
Cuando compre mi primera cámara digital, una de las primeras cosas que hice fue probar el modo de fotografía en blanco y negro. Mi cámara, al igual que la mayoría de los modelos disponibles en el mercado, disponía de varios modos creativos para poder disparar en blanco y negro y sepia, además de otros modos de configuración en los que se realizan ciertos ajustes con el color.
Me fascinaba la posibilidad de ver el resultado final en la pantalla LCD antes de hacer la foto. Ya no tenía que imaginarme cómo quedaría en blanco y negro; estaba ahí, delante de mí. Recuerdo cómo esa tarde hice una sesión completa de fotos en blanco y negro, muchas de las cuales aún conservo, pues las tengo un cariño especial.
Cuando empecé a profundizar en el mundo de la fotografía digital, entendí con tristeza que había cometido un error al utilizar el modo de blanco y negro de la cámara. Os preguntaréis por qué. El motivo es sencillo. En el momento en que seleccioné el modo de blanco y negro, di órdenes a mi cámara para que perdiera parte de la información que podía haber recogido en aquel momento y que tal vez hoy me serviría.
Disparar en blanco y negro frente a hacerlo en color en una cámara digital es como disparar en formato JPEG pudiéndolo hacer en RAW. Cuando hacemos una foto, estamos recogiendo mucha información, mucha más de la que podemos apreciar en el pequeño LCD de la cámara. Pero mucha de esta información se pierde cuando decidimos no guardarla indicando a la cámara que almacene un formato concreto de compresión o de aspecto.
Cuando la cámara utiliza un modo preconfigurado como puede ser el de disparo en blanco y negro, está decidiendo por nosotros cómo realizar esta conversión, quitándonos todo el control sobre el proceso.
Hemos publicado distintas maneras de convertir una imagen a blanco y negro: desaturar, escala de grises, color lab, rob carr, … La manera más ineficiente en la mayoría de las ocasiones en cuanto a la pérdida de control del proceso es la del comando desaturar, y eso mismo es lo que hace la cámara.
No es que las imágenes sean malas. Sigo guardando con cariño aquellas primeras fotos. Simplemente depende del tiempo que quieras dedicar al postprocesado de la imagen. Si quieres una solución rápida y efectiva, no lo dudes: utiliza el modo de blanco y negro de la cámara. Pero si eres exigente y no te importa dedicarle un poco de tiempo, dispara en color. El control que tendrás sobre el proceso de conversión a blanco y negro posterior será infinitamente mayor.
TUS FOTOGRAFÍAS EN BLANCO Y NEGRO COMO LOS PROFESIONALES.-
En distintos artículos os hemos explicado diferentes maneras de pasar una fotografía a blanco y negro. Aquí os contamos cómo realizar esos ajustes finales que los profesionales llevan a cabo en el revelado químico para ajustar la exposición de ciertas zonas de una manera artesanal conocida como tapado o reservado.
Ya tenemos nuestra imagen en blanco y negro, pero nos falta algo. Ese algo es el juego de luces y sombras que se realiza en el revelado químico mediante la aplicación de algún objeto (un trozo de papel, la propia mano) que impida pasar la luz para ajustar el tiempo de exposición del papel de revelado en ciertas zonas de la fotografía.
En Photoshop disponemos de dos herramientas que nos permiten hacer esto mismo. Son las herramientas Subexponer y Sobreexponer.
La herramienta Subexponer (Burn en inglés), seleccionable con la tecla O, oscurecemos las zonas de la foto que deseemos «tapar«. En el selector superior seleccionaremos el rango Sombras y un flujo entre el 5% y el 20%. En este caso hemos optado por el 15%.
Con la herramienta Sobreexponer (Dodge en inglés), seleccionable en Windows mediante la tecla O, aclaramos las zonas de la fotografía de las que queramos extraer información. En la barra superior seleccionaremos Iluminaciones en el rango, y un flujo entre el 5% y el 20%. Para el ejemplo hemos utilizado el 15%.
Tanto con Subexponer como con Sobreexponer ajustaremos el grosor del pincel a uno que nos permita trabajar cómodamente. Habréis observado que tanto Subexponer como Sobreexponer se seleccionan con la misma tecla (O). Se seleccionará la que tengamos seleccionada en la barra de herramientas de Photoshop.
En la foto del ejemplo, hemos rescatado detalle del establecimiento que se encuentra en primer plano a la izquierda aclarándolo, y hemos oscurecido algo la torre del fondo y el cielo, que estaba demasiado quemado. También hemos rescatado detalles de la fachada del lado derecho, jugando con la superposición y la sobre exposición. También hemos eliminado algunos cables que cruzaban de lado a lado de la calle.
Fuente: http://www.dzom.org.es/
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